sábado, 27 de diciembre de 2014

La educación durante el franquismo (1939-1975)

En 1936 hubo un golpe de estado fascista, imponiendo un modelo nacional-catolicismo en el ámbito ideológico-cultural. El modelo político y educativo tenía un carácter autoritario. En este mismo año, en las bibliotecas se ordena conservar únicamente los textos que correspondían a los principios de la religión y moral cristianas. La plantilla del profesorado fue renovada ya que se exiliaron, murieron o fueron depurados obligatoriamente. Además, en el primer gobierno del régimen (1938), se tomaron medidas contra el bilingüismo, la supresión del laicismo y la coeducación. La reforma trataba de ofrecer a la juventud española los mitos y modelos a seguir, es decir, Hispanidad y Cristiandad, Imperio y Lengua.

Se introducen en el currículo la religión católica obligatoria. Todos los cargos académicos tenían que ser militantes de la Falange y los profesores debían acreditar su adhesión a los principios del Movimiento Nacional. Además, la Ley de represión de la Masonería y el Comunismo permitía excluir a cualquier profesor sospechoso de contagio de ideologías ajenas al franquismo.

La educación primaria obligatoria se estableció en dos períodos: elemental, desde los seis a diez años y otro de perfeccionamiento desde los diez hasta los doce años. La educación secundaria quedaba reservada para los grupos económicos y sociales de más prestigio. También se establecieron escuelas de artes y oficios para la formación de artesanos desde los doce hasta los quince años. La educación mixta desaparece, se separa en centros diferentes a las niñas y a los niños, las niñas debían ser educadas para las tareas del hogar.

Debido a la escasez de recursos del país apareció la enseñanza privada religiosa.
En 1964 se amplia la escolaridad obligatoria hasta los catorce años. También aparece la comunicación de los estudios primarios con el tercer curso del Bachillerato.
En 1969 aparece el “Libro Blanco” elaborado por José Luis Palasí, este libro se inspirará en el concepto cristiano y principios del Movimiento Nacional, con la finalidad de poner solución a los problemas universitarios y fijando unos principios fundamentales, entre ellos destaca el derecho de todo español a recibir una educación general básica.
Para acceder al Bachillerato se necesitaba la evaluación terminal y para acceder a la Formación Profesional se necesitaba un certificado de escolaridad.
El sistema de enseñanza estaba basada en la autoridad del maestro. La falta de disciplina se castigaba con castigo físico.

A partir de la reforma de 1970 la estructura universitaria se vio sometida a muchas transformaciones. En los próximos 15 años la matrícula superior crece de forma desmesurada, se introdujeron criterios de aptitud para controlar el acceso a la universidad. Además aumenta el número de mujeres universitarias.

Finalmente, aparece una crisis de la reforma que es denunciada por la propia Administración para evaluar el proceso de implantación.

Debido al régimen franquista, España quedó muy atrasada en comparación con otros países, aislada del resto y sumergida en la pobreza. Y como es lógico en una dictadura los derechos humanos era lo que menos importaba. La educación se vio muy perjudicada ya que cualquier avance que se proponía acababa siendo rechazado.

Fuentes consultadas:
CÁMARA VILLAR, G., Nacional-catolicismo y escuela. La socialización política del franquismo (1936-1951), Jaén, Hesperia, 1984.
MEN-OCDE,
Las necesidades de educación y el desarrollo económico-social de España. Proyecto Regional Mediterráneo, Madrid, Ministerio de Educación Nacional, 1963.
ESCOLANO BENITO, A.,
La educación en la España contemporánea, Políticas educativas, escolarización y culturas pedagógicas, Biblioteca Nueva S.L., 2002.